Es fundamental observar
que a lo largo de la película se narran historias que se entrelazan pero no son
lineales. ¡Acá la emoción y la frustración! Uno desconoce lo que sucede y
también en que momento. Nos toca ir sacando secuencias para ir construyendo la
trama de una forma lógica y poder comprender que es lo que Tarantino nos quiere
decir.
- Es evidente que la
estructura del relato la relacionamos con un rompecabezas, que al final uno resuelve
ya que el recorrido de cada personaje que terminan cruzándose.
¿Cómo es posible? Pues
todos se ubican en una misma ciudad, hay saltos en el tiempo y también lo que
se omite al principio es explicado al final y eso ayuda bastante. Vincent y
Jules trabajan para un poderoso mafioso llamado Wallace, hacen todo lo que les
pida este último y así, interconectando con el resto de los personajes.
- No hay un narrador
principal ya que este se podría
situar en el personaje principal de cada una de las secuencias que se
presentan.
- La película con un
escenario similar al del cuento de Ernest Hemingway, “Los Asesinos”, en una
cafetería. Aquí se inicia la historia y también, finaliza. Podemos decir
entonces, que el tiempo es de manera circular ya que se vuelve a donde todo
comenzó. Es interesante partir de esta mención del lugar ya que en ambos
relatos contamos con la presencia de boxeadores.
En “Los Asesinos” no sabemos el motivo del porque
buscan al ex boxeador, pero en Tiempos Violentos sí. Butch después de
despertarse de un micro sueño referido a su reloj de oro, en la pelea que se
suponía debía caer noqueado en el quinto round, mata a su oponente. Es por eso
que Wallace enfurece y decide que no va a parar hasta encontrarlo y matarlo. La
historia no termina con la búsqueda sino que somos testigos cuando la mafia
irrumpe en su vivienda. Butch finalmente mata al mafioso. Entonces, las
historias se contraponen, una está completa, detallada y la otra incompleta y
deja mucho para imaginar.
Si buscas suspenso e intriga y nada predecible. Esta
peli es para vos. ¡Tarantino lo hizo una vez más!
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